Este blog nació con la finalidad de ir anotando a diario las impresiones, vicisitudes y experiencia del camino. Pero las dificultades de acceso a internet en el Camino y los pocos medios disponibles en él han hecho que todos los capítulos se hayan montado "a posteriori", una vez finalizado el mismo y ya de vuelta en Madrid.
No pretende ser una guía del Camino sino que, bien al contrario, será un complemento de la guía que usemos y con la que enlazaremos en el texto de cada una de las etapas.
El blog va dirigido a todo el que lo lea pero especialmente a mi familia, amigos y a la gente de Escóznar entre los que creo tener algunos seguidores.

F-2 Jaca - Arrés



Perfil de la etapa 2: - del Camino Aragonés


Esta etapa es la primera que podemos considerar normal. Salimos a las 6:15 de la mañana como teníamos previsto.Nos esperan 30,5 km con un perfil descendente excepto los últimos tres km que son de subida constante y que aunque no se hace demasiado pesada si que parece que no llega nunca Arrés pues no se llega a ver hasta que estás en él.


Saliendo de Jaca. La noche anterior cayeron unos buenos chaparrones como dan fe los charcos del camino

Los primeros rayos de sol iluminan nuestro camino. Un camino ameno que nos conducirá en 15 km a Santa Cilia de Jaca, punto intermedio de la etapa con posibilidad de tomar un café.






Y llegamos a Santa Cilia de Jaca: monumento al peregrino, bar, albergue.





Y continuamos un precioso camino que nos conducirá hasta Puente la Reina de Jaca, localidad a la que hay que desviarse y que nosotros solo la vimos desde lejos al otro lado del río.
Lo más destacado de este tramo es una zona con unos apilamientos de piedras hechas por los múltiples peregrinos que han ido pasando por estos lugares.
























Después de pasar Puente la Reina, sin cruzar el puente enfilamos la última parte de la etapa: una subida de tres kilómetros que no se hace difícil pero que parece que no acaba nunca, pues finaliza en Arrés y este no se ve hasta que no has llegado. Las vistas a la derecha durante toda la subida son espectaculares lo que presagia la excelente situación de Arrés.















El refugio de Arrés está asistido por dos hospitaleros voluntarios que además de una atención exquisita te acompañan a una visita guiada al pueblo, iglesia y mirador. Y a la puesta de sol si no hubiera sido porque fué una tarde de lluvia. 
















El albergue, por el módico precio de "la voluntad" ofrece además una cena comunitaria. Es curioso como estas cenas comunitarias crean una relación especial entre los peregrinos, pues a partir de ellas se consideran un poco de la familia, preguntando en adelante los unos por los otros y echando en falta a algunos.
En este caso tomamos unos espaguetis cocinados por el chef italiano Francesco, que nos acompañaría hasta Estella. Y también de destacar la curiosa forma de bendecir la mesa dirigida por el hospitalero templario.






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